La calle Fernández Villaverde (hijo adoptivo de la ciudad) era más conocida en los años 70 como cuesta de Afar, y anteriormente, como cuenta Hipólito de Sá en su libro "Estampas Pontevedresas", también llamada como cuesta de Carrillo, porque en ella tenía sus dos negocios Arturo Carrillo. En la parte izquierda y bajando, estaba el edificio del Banco de España (hoy en rehabilitación) con la entrada interior que hacía de garage a los funcionarios, a su lado los Almacenes de ferretería de Andrés Rodríguez "Afar", que era también bazar, juguetería y venta de música. Recuerdo cuando compramos el primer tocadiscos que hubo en casa allá por el año 76, y en seis meses, a plazos, sin avales, sin nóminas, sin nada, la confianza valía de aquélla. Afar también tenía además de la ferretería en la ciudad, un almacén en las Corbaceiras, al lado del puente sobre el río Gafos y otro en la entrada de la calle Real. En la parte derecha de la calle, por arriba estaba el Banco de Santander, y recuerdo en el medio de la calle, las oficinas que tenía Avicola de Galicia en un primer piso, al final y haciendo esquina con los soportales, la droguería y farmacia de Varela. Al fondo de la cuesta, ya en Curros Enríquez se pueden ver los Almacenes Olmedo.
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