lunes, 19 de septiembre de 2011

Baranda, el último que suba panda.

El edificio de Hacienda donde solíamos jugar mucho
tiempo a "baranda". En la fachada de la iglesa, se

puede ver que aún faltaba el rosetón.
No era norma en mi casa tener que ir a misa todos los domingos, pero en la pandilla de la Rua Nova si que había niños que tenían obligación. Acompañábamos siempre a los hermanos Lorenzo, Jose Manuel y Francis, a la misa de San Francisco, pero antes de entrar y sobre todo a la salida, nos pasábamos mucho tiempo jugando a "baranda" en las escalinatas del Convento. Consistía en subirse al edificio de Hacienda desde la barandilla de hierro que había en las escalinatas y el último que lo hacía "pandaba", ahí arriba nos quedábamos hasta que el que "pandaba" nos tocaba en alguna parte del cuerpo y perdiamos. Así hasta que nos aburriamos. Después nos acercábamos hasta el carrillo de María en la Herrería para gastarnos la paga de los domingos en las chucherías de entonces. Algunas veces nos quedábamos a jugar a las bolas o a los trompos según fuera la temporada en la entrada de los jardines, donde había una zona de tierra para poder jugar a esto. Grandes partidas al "guá" con aquellas bolas titigori o a los trompos donde el que tuviera uno de madera de boje era el rey. Junto con las chapas todos estos juegos de "temporada" de nuestra infancia se perdieron con los años, hace mucho, pero mucho que no veo a ningún niño jugar a nada de esto, la desaparición de los barrios como tal y la llegada del "progreso" hizo que todo esto desapareciera. Recuerdo, ahora que empieza la epoca otoñal, cuando comenzaba la liga de fútbol como nos gastábamos todo  el dinero de los domingos en sobres de cromos que comprábamos en el carrilo de la Alameda. Una vez cambié más de cien cromos por uno de "Johan Cruyff" el jugador holandés del Barcelona que era "pollón" en aquellos tiempos, vamos que no salía nunca, y al que le tocaba era como el premio gordo. Claro, que casi nunca un servidor lograba completar la colección, aunque nos lo pasábamos bien en nuestra niñez con todos estos juegos.

1964. Jugando a los trompos delante de los jardines. Foto: Rafa/Museo de Pontevedra.
























María, en su carrillo, donde solíamos gastarnos la paga de los domingos. Foto: Follas Verdes.






2 comentarios:

  1. yo recuerdo a mi madre cuando estrenábamos algo, que siempre nos decía: "Y ahora si te parece, vete a jugar a Baranda..."

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  2. Jajaja... tienes razón Marga, yo solía estrenar también ropa los domingos y como llegara un poco sucia, algún sopapo caía al llegar a casa. Por la semana ni tocar esa ropa. Un saludo.

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