viernes, 4 de mayo de 2012

Eloy, camarero del Carabela.

En Las Palmeras, junto a mi hermano
Rafa, como no, siempre de
pantalón corto.
Habíamos dejado atrás la década de los sesenta, la del "600" y entrábamos en los setenta. Era la España del "850". Había que "fardar" del coche que había llegado a casa y muchos días nos llevaban a mi hermano pequeño y a mi desde casa, en la calle Monteleón hasta "Cervantes". Allí bajábamos por la calle Don Gonzalo, hasta Méndez Núñez que era donde estaba nuestro Colegio en nuestro flamante "Seat 850" con volante de plástico y asientos de "skay", de los que tenía la "E" bien grande de "Especial" y que "culeaba" en las curvas más que un coche de "rallyes", para que todos los amigos lo vieran. Alli bajábamos juntos, mi hermano Rafa y yo, siempre los dos de pantalones cortos, que esa era otra, hiciera frío o calor siempre con las piernas al aire, yo creo que usé pantalones cortos hasta que acabé la EGB y ya tenía 15 años, pero bueno, era el sentir de nuestras madres y abuelas que ya te podías estar congelando que te vestían de corto. Eso sí, con camiseta, "polo" de cuello de cisne por debajo del jersey, un verdugo y además te ponían una "trenka" de las que tenían los botones en forma de cuernos de marfil. Y no se te ocurriera quejarte que te ponían la capucha de la trenka y asunto arreglado. Claro que del resfriado nunca te escapabas y por las noches te untaban hasta las cejas de "vicks vaporoub" que parecía que te dormías comiendo 25 "pictolines". Bueno, de vez en cuando te ponían también el pantalón largo acampanado de pana marrón, que creo que todos tuvimos por casa.

Eloy, bandeja en mano, sirviendo en la terraza del Carabela.
A mediados de los setenta pasamos de la televisión en blanco y negro a la de color, se había muerto Franco y eramos los jóvenes de la transición, devorábamos las revistas "picantes" que empezaban a publicarse y hacíamos largas colas en el Cine Victoria para ver las películas de "destape", si nos dejaban pasar claro, que aún no teníamos los 18. Ya no eramos niños y cambiamos la calle, el barrio, por el "Carabela". Pasado la mitad de los setenta era el lugar de quedada de los jóvenes de entonces. Como lo es hoy la Plaza de la Peregrina. Nos juntábamos todos los que eramos "futboleros" en aquella terraza llena de sillas y toldos de colores alrededor de la fuente de "La Estrella" planeando si ir al cine, "Gólope" o "Shiva". Por allí se turnaban un jovencísimo Ignacio y los "veteranos" Juan, Elías y el bueno de Eloy al que recuerdo siempre vestido como los camareros de toda la vida, con aquél pantalón siempre negro, casaca blanca y galones rojos como si de un general se tratara, y por supuesto, su arma de trabajo, la bandeja plateada. Era increible ver como se juntaban tres mesas llenas de clientes pidiendo que si Cocacolas, Mirindas, Fantas, unas cuantas cañas, cafés, olivas, calamares... y, en la cabeza de Eloy se quedaba grabado como si fuera un disco duro de los de ahora. Este pontevedrés nacido en la zona del "Pino", donde estaba la famosa sala de baile, y que junto con Enriqueta, su mujer, fueron vecinos durante muchos años de la calle Fernández Ladreda hasta que sus últimos años se fueon a vivir a Monteporreiro, pasó toda una vida atendiendo a los pontevedreses que le dábamos la lata en la terraza del Carabela hasta su jubilación en el año 2002, y había empezado siendo un chaval con 16 años en el histórico "Bar Lugo". Muchas tardes tengo pasado entre servicio y servicio "charlando" con él de fútbol, sobre todo cuando en los ochenta se le veía orgulloso de su hijo Luis ya que jugaba de aquélla en el Celta "B" e iba para figura. Además de Luis, tuvo otro hijo, Eloy, al que tengo que agradecerle las fotos que me mandó y que volvamos a poder recordar a Eloy, un camarero de los de aquí, de toda la vida y que forma parte de la historia de nuestras gentes. Desgraciadamente ya hace unos años que nos dejó pero seguro que está por ahí arriba, en ese trocito de Pontevedra, junto con esa estirpe de camareros que dió nuestra querida cafetería: El Carabela.

En la histórica terraza del que fuera "Bar Lugo".

9 comentarios:

  1. Magnífica presentación para uno de los "grandes" del Carabela: ¡ELOY!...En fín,la vida continúa.

    ResponderEliminar
  2. Fue mi alcahueta en el Carabela entre el que ahora es mi marido y yo,con recaditos y mensajes secretos incluidos. Siempre lo recordaré con cariño.

    ResponderEliminar
  3. También recuerdo a Elías, su compañero, que buena persona era, los dos formaban una excelente pareja.

    ResponderEliminar
  4. Se le echa de menos; estoy seguro de que hablaban con el mismo orgullo de su hijo Eloy

    ResponderEliminar
  5. Eloy un magnifico profesional y mejor persona.
    Su nombre y su quehacer tendrán un rincón en la historia de Pontevedra.

    ResponderEliminar
  6. Elías, Juan, Eloy, Manolo el del acordeón, los calamares, las chapas del estanque... Cuantos recuerdos.

    ResponderEliminar
  7. Sí,pero cuando falleció Eloy,no hubo un solo recuerdo hacia su persona en la prensa escrita.Ni periodistas de la "hoja parroquial" ni ningún PTV hizo un "in memoriam" por él.En fín...la vida continúa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que Eloy era un gran personaje y Pontevedra solo enaltece a los pequeños, a los que están por debajo del PTV de turno.

      Eliminar
  8. Falta Correa, el mayor de todos los camareros. Correa, Elias, Eloy, Juan el portugues e Ignacio, el mas joven. Se bebia Pepsi, que la coca-cola aun no habia llegado a Pontevedra. Y mucho KAS de naranja. Una botella para dos. ¡Que tiempos¡

    ResponderEliminar