Un enamorado de la naturaleza, del mar, de la pesca, de sus amigos, pero sobre todo de su barco. Empleado de la antigua Cooperativa de Producción del Diario de Pontevedra, allí trabajaba todos los días en la oficina de los viejos talleres de Secundino Esperón. Los que alguna vez "pisaron" el periódico podían ver a Carlos Hervés, "Chiño" como popularmente se le conocía, en las oficinas junto a Conchita y Ángel Rodríguez. Una letal enfermedad hace ya años que se lo llevó joven, demasiado joven para la mucha vida que aún le quedaba. Los que le conocimos siempre le recordaremos detrás de aquél viejo mostrador con el pitillo siempre pegado en sus labios tachando los anuncios breves del Diario de Pontevedra a primera hora de la mañana.
He pasado muchas horas con él en el muelle de la Plaza de Abastos, pescando anguilas. Me mandaban a un recado y yo me quedaba a pescar un rato, con Chiño y con otros chavales de nuetra edad. El aparejo era sencillo: tanza, anzuelo, plomo (todo de Maquieira de la calle Real) mas maga de sardina. El era buen pescador, tenia el "toque" justo para las anguilas. D.E.P.
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