Juanito junto a su mujer Tita. |
La Plaza de Méndez Núñez se llenaba de chavales en las horas del recreo, entonces había colegio por la mañana y por la tarde y la que fuera antigua plaza del pan se convertía en un hervidero de niños y niñas jugando a través de los coches aparcados. En esa plaza, donde está ahora la estatua de Valle Inclán, cuando nuestra "economía" lo permitía comprábamos los bocadillos de pulpo en La Cañiza y de calamares un poco más arriba en el "Stop" a diez pesetas, algunos aprendimos de memoria los ríos de España, que nos daba el profesor de Geografía Don Alonso, o nos volvíamos locos con las "formulas" de química de Don Santiago, rivalizábamos con nuestro colegio "enemigo" el de Buela a ver quien cantaba las tablas de multiplicar más alto y las podían oir en toda la plaza o como casi siempre, llegada la primavera, todos los sábados arreglábamos "nuestras diferencias" con los partidos de fútbol entre las dos Academias en A Xunqueira o en el Estadio de la Juventud.
Los que allá por finales de los sesenta y comienzos de los setenta íbamos al colegio de Cervantes o al de Buela recordamos muy bien a Juanito el de la tienda, siempre con su bata azul. Esas colas ordenadas que se producían a la salida de los recreos y que se formaban en la entrada del negocio que tenía junto a su mujer Tita. Allí nos aprovisionábamos con aquellos bocadillos de chorizo o salchichón que muy "finamente" nos cortaba el tendero o con aquellas galletas napolitanas azucaradas que casi medían medio metro y que eran toda una delicia. Que paciencia tenía el bueno de Juan cuando allí nos juntabamos muchos de los rapaces de los dos colegios y llenábamos su pequeña tienda. Recuerdo muy bien aquel escaparate que daba a la calle César Boente, la bajada a la Plaza del Pescado, tenía atiborrada su entrada con frutas y hortalizas y siempre, siempre, aquella caja redonda donde tenía el pescado ahumado o el bacalao. Desgraciadamente Juanito ya hace un par de años que nos dejó y ya sólo nos queda recordar aquéllos buenos momentos.
No se de que año será esa foto, pero me parece reconocer a un par de personas. Yo fui a pasantía con Buela en el curso 1957/58. Con 10 años. Solo me acuerdo de mi compañera de pupitre, Peregrina, quería ser maestra.
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